domingo, 18 de diciembre de 2011

Palinodia

La madrugada del viernes fue difícil. No conseguía dormir, no podía dejar de pensar en todo lo que había ocurrido durante la semana, un tropiezo detrás de otro. He echado la culpa a todo y a todos: a los alumnos, a la administración educativa, al sistema. En realidad, otros profesores, todos, se acaban amoldando al ambiente y consiguen vivir en él. Todo esto me ha costado que ya no tengan reparo en tratarme como el paria que soy. Y cuando salga el concurso de traslados tendré que marcharme a otro centro, donde me encontraré lo mismo. Lo mismo o algo peor.