sábado, 26 de noviembre de 2011

Mañana de sábado

Cuando me desperté, mientras escuchaba (u oía) una tertulia radiofónica, leí varios periódicos digitales, borré el spam, que es lo único que recibo (están empeñados en que tengo problemas de erección), y descargué algunas decenas de libros.

A las diez, surgió la duda: ¿me vestía para salir o regresaba a la cama? Al final, volví a la cama. Todavía están pendientes los libros de Gredos, que voy atacando poco a poco, pero acabé eligiendo una recopilación de cuentos de Carrière, el que fue colaborador de Buñuel. Hacía... cinco años que no había releído este libro. La última vez fue en la navidad del 2006. Entonces, devoré casi una veintena de libros siguiendo un método curioso: cada nuevo libro debía estar relacionado, de alguna manera, con el anterior. Creo que antes de El círculo de los mentirosos había leído las memorias de Buñuel, y después, si mal no recuerdo, los Cuentos orientales de Yourcenar. Aquella fue una navidad que recuerdo con agrado.