miércoles, 2 de noviembre de 2011

Gatos y perros

Me gustaría tener un perro, un pequeño perro que se alegrara cuando llegara del trabajo, que corriera entre mis piernas, que se subiera sobre mis rodillas cuando estuviera viendo la tele, que arañara por las mañanas la puerta de mi dormitorio. Pero me temo que mi piso es minúsculo y, ¿a quién voy a engañar?, si malamente me ocupo de mí mismo, ¿cómo podría cuidar de un perro? Tener que sacarlo todos los días varias veces, alimentarle, llevarle al veterinario, lavarlo...

Me las apañaría mejor con un minino: los gatos se encargan ellos mismos de asearse, supongo, y buscan su propia comida. Al parecer, se pasan dormidos todo el día; sospecho que llevan el tipo de vida que les gustaría llevar a muchos humanos.