sábado, 18 de agosto de 2012

Las cortas vacaciones de Silvia Salgado


Anoche estaba zapeando, esperaba que comenzara la película de las diez. Me encontré inesperadamente con Silvia Salgado, a la que creía disfrutando de la holganza estival. ¿Esta mujer no toma vacaciones?, me pregunté. Estaba muy morena, tantástica.

-Esta noche puede cambiar su vida -me dijo.

-No, no. Imposible -le repliqué-. Mi vida no tiene remedio.

Ella siguió hablando, pero no le presté atención. ¿Dónde habrá pasado sus días de descanso? ¿Habrá estado en una playa gallega? ¿En Almería? Desde luego, su bronceado era sistemático. Quizá no se haya movido de Madrid, sólo haya tomado rayos UVA en una cabina.

Al final, cambié de canal para ver la película. Se trataba de Kalifornia, un filme del que había oído hablar pero que no había visto. El argumento me pareció estúpido; Brad Pitt, que hacía el papel de un white trash asesino, sobreactuaba. Aguanté quince, veinte minutos antes de retornar a la cama, donde seguí leyendo.