sábado, 8 de diciembre de 2012

El dilema del eudemonista



¡Qué feliz me sentía cuando todo el mundo me creía infeliz!
Stendhal

—¿Puede repetir?

—Sí, ya se lo he dicho. Soy feliz, bastante feliz. Pero cuando… cuando pienso en la manera en que me ve el resto de la gente, me siento muy desdichado. Ellos no pueden comprender que yo soy feliz así, como vivo ahora.

El hombre hizo una pausa. Durante unos instantes contempló el cuadro que había colgado detrás del terapeuta: una mujer leyendo. 

—Soy consciente de que estoy haciendo infeliz a mucha gente —añadió por fin.

El eudemonólogo dejó de escribir y miró a su paciente. Todos los años de formación, miles de páginas leídas, cientos de cursillos y conferencias, nada de todo eso le había preparado para resolver aquel dilema.