jueves, 9 de febrero de 2012

María Teresa Fernández de la Vega



Después de salir del Gobierno un poco por la puerta trasera, la nombraron consejera de Estado, donde volvió a convencerse de su propia importancia; de nuevo la higiene del éxito.

Por cierto, esa expresión, la higiene del éxito, procede de Robert Walser. Se refería al aspecto juvenil de un Thomas Mann anciano.