¡Se han ido! ¡Por fin! Rápidamente he desmontado la escenografía, que ha funcionado relativamente bien: sólo me faltó quitar el polvo de un mueble de la cocina. Debió sospechar algo: todo tan limpio y aquella puerta tan churretosa. Damm it! Pero ya se han ido. Me he apresurado a poner una lavadora con las sabanas, a dejar abiertas todas las puertas, a bajar las persianas, a subir la tapa del inodoro, a colocar todo en su sitio.
Retorno a la tranquilidad. Me echo en la cama, busco la emisora de música clásica, sigo leyendo.
Retorno a la tranquilidad. Me echo en la cama, busco la emisora de música clásica, sigo leyendo.