lunes, 2 de enero de 2012

Pneuma

Ayer, mientras veía el concierto de Neujahr, comenzaron a escucharse ruidos en el dormitorio. En ocasiones, son las paredes las que gimen, pero esto tiene una fácil explicación: mi piso lo construyó Aifos que, desde luego, no se preocupó ni por la calidad de los materiales ni por la solidez del edificio sino sólo por ganar más y más y más dinero recortando costes. Los ruidos del dormitorio tienen otra explicación. Sé que hay alguien allí, alguien que revuelve los cajones, observa mi ropa, toca mis zapatos. Pero es tímido: nunca utiliza la misma habitación que yo y es ordenado, es decir, trata de dejar las cosas como las encontró, como si quisiera que yo no supiera que él esta aquí.

Podría ser peor.