domingo, 30 de diciembre de 2012

Políglota


Me gustaría ser Cansinos Assens, que se jactaba de saludar a las estrellas en catorce idiomas, o César Vidal, pero Dios no me ha dado la capacidad de aprender muchas lenguas. Supongo que, si mis padres hubieran emigrado a Cataluña, como hicieron otros en el pueblo, ahora hablaría un catuñol indignante. En el instituto estudié griego, pero no pasé más allá de las declinaciones. Del latín no recuerdo nada, a pesar de todos los sobresalientes. Tengo un certificado B1 de francés, pero las películas galas me resultan tan incomprensibles como las chinas. En inglés poseo un certificado B2, lo que me calificaría para dar clases bilingües. Sin embargo, soy incapaz de articular la frase más sencilla en inglés. Nabokov decía que hablaba como un niño; yo no llego ni siquiera a eso. Incluso sufro problemas con el castellano. I'm useless.