Se refugian en cuevas, permanecen allí durante semanas, meses, evitando salir, evitando el contacto con otros seres. Saben que hay algo que les hace odiosos, y por eso nunca abandonan su refugio.
En los últimos tiempos, sin embargo, algunos alcudes se han mudado a las ciudades, allí se les encontrará en los pisos abandonados, en las alcantarillas.
Muy tímidos, y aunque gritones cuando se sienten amenazados, son completamente inofensivos.