Escribir un libro contra Stalin no tiene ningún mérito, un libro que le critique, que denuncie sus crímenes públicos y privados. Más meritorio sería un libro que le elogiara, que lo tratara como un gran gobernante, el que convirtió la Unión Soviética en la segunda potencia mundial, el que sacó la mayor parte del territorio de la Edad de Piedra. Ese libro sí que merecería la pena leerlo, un libro donde se justificara a Stalin.